Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe

26 de abril de 2012

Apollinaire: Calligrammes

Paloma apuñalada por un surtidor.

Caligrama. (Del fr. calligramme).

1. m. Escrito, por lo general poético, en que la disposición tipográfica procura representar el contenido del poema. (DRAE) -Diccionario de la Real Academia Española-

Un caligrama es un texto, a veces una simple frase o palabra, generalmente poético en el que se utiliza la disposición de las palabras, la tipografía o la caligrafía para procurar representar el contenido del poema. Los caligramas son poemas donde la disposición de los versos sugiere una forma gráfica.

El término caligrama fue propuesto por el poeta Guillaume Apollinaire en 1918 para denominar algunos de sus poemas. Este neologismo es el resultado de la unión de dos palabras: "ideograma" y "caligrafía". El primero designa los símbolos gráficos que representan unidades de sentido, como los signos del alfabeto chino; la segunda es el nombre que recibe el arte de la escritura.

La influencia de Apollinaire en la poesía posterior a 1918 supuso la creación de numerosos ejemplos de poemas visuales en diversas lenguas y culturas. Cabe recordar no obtante que los orígenes del caligrama se remontan a la antigüedad, y se conservan en forma escrita desde el período helenístico griego.

Enlaces interesantes para conocer la vida y la obra de Apollinaire
  • El poder de la palabra : http://www.epdlp.com/apollinaire.html
  • La leyenda de Apollinaire: http://biblioweb.dgsca.unam.mx/tablada/ensayos/laleyend.html
  • Precursor del surrealismo: http://www.hoy.com.ec/sigloxx/1019.htm
Procedimiento de creación
Para crear un caligrama habrá que partir de una idea : una palabra, una expresión , un objeto que habrá que transformar primero en imagen y luego en poesía.
Aunque los programas de tratamiento de imagen y de tratamiento de texto permiten realizar las formas gráficas más complejas, es lógico partir de una realización manual del caligrama, y sólo en una segunda etapa se puede pensar en la adaptación electrónica del mismo.
El punto de partida será pues un dibujo sobre papel que represente la idea original. Luego se escribirá el poema siguiendo el contorno del mismo o llenando su perfil de manera que los versos no sobrepasen los bordes fijados por el dibujo.
La última operación consistirá en borrar los trazos de lápiz con el el que se fijaron los contornos del dibujo para dejar visibles las palabras y los versos que conforman el caligrama.



"Terrible boxeador boxeando con sus recuerdos y sus mil deseos."


23 de abril de 2012

Fernado Pessoa: un poema de su heterónimo Álvaro de Campos

LISBON REVISITED (1923)

No. No quiero nada.
Ya dije que no quiero nada.

¡No me vengan con conclusiones!
La única conclusión es morir.

¡No me traigan estéticas!
¡No me hablen de moral!
¡Quítenme de aquí la metafísica!
¡No me pregonen sistemas completos, no me enumeren conquistas
de las ciencias — ¡de las ciencias, Dios mío, de las ciencias! —
de las ciencias, de las artes, de la civilización moderna!

¿Qué mal le hice a todos los dioses?

¡Si tienen la verdad, guárdenla!

Soy un técnico, pero tengo técnica sólo dentro de la técnica.
Fuera de eso soy un loco, con todo el derecho a serlo.
¿Con todo el derecho a serlo, oyeron?

¡No me golpeen, por amor de Dios!

¿Me querían casado, fútil, cotidiano y contribuyente?
¿Me querían lo contrario de esto, o lo contrario de cualquier cosa?
Si yo fuese otra persona, les haría, a todos, su voluntad.
Así, como soy, ¡tengan paciencia!
¡Váyanse al diablo sin mí,
O déjenme ir solo al diablo!
¿Para qué tenemos que ir juntos?

¡No me cojan del brazo!
No me gusta que me cojan del brazo. Quiero estar solo.
¡Ya dije que soy un solitario!
¡Ah, qué trampa, quieren que yo tenga compañía!

¡Oh cielo azul — el mismo de mi infancia —
eterna verdad vacía y perfecta!
¡Oh apacible Tajo ancestral y mudo,
pequeña verdad donde el cielo se refleja!
¡Oh dolor revisitado, Lisboa de otrora de hoy!
Nada me dais, nada me quitáis, nada sois que yo me sienta.

¡Déjenme en paz! No tardo, que yo nunca tardo...
¡Y mientras tarda el Abismo y el Silencio quiero estar solo!

Contemporânea, 8 de Fevereiro de 1923
Álvaro de Campos



CUESTIONES PREVIAS
¿En cuál de los temas de teoría aparece el nombre de Pessoa?

¿Qué son heterónimos?

¿Por qué puede decirse que Fernado Pessoa es una generación de poetas?


CUESTIONES sobre el poema LISBON REVISITED

Señala las cosas que en el poema el sujeto lírico rechaza expresamente. ¿A qué atribuyes ese rechazo?

¿Qué otras realidades o emociones parecen conmoverlo?

¿Cuál es la aspiración del poeta?

16 de abril de 2012

La poesía experimental de Antonio Gómez.

     A lo largo de este curso el Aula de poesía Enrique Díez-Canedo ha permitido que los alumnos de Bachillerato de los centros participantes conozcan de cerca a cinco poetas. Generalmente nos desplazamos a Badajoz para escucharlos, pero es costumbre que uno por año nos visite en Puebla de la Calzada. En esta edición no tuvimos dudas para elegirlo. El 27 de marzo recibimos en el salón de actos del instituto al poeta Antonio Gómez. Es uno de los creadores más reconocidos de poesía experimental en España. Natural de Cuenca, lleva viviendo en Mérida desde 1977. Lo presentaron los alumnos de Literatura Universal. Apoyaron en imágenes un recorrido esencial por la biografía del autor y de su obra. Asistieron como público los alumnos de Bachillerato, que disfrutaron de esta ocasión única para acercarse al arte de vanguardia.


     El creador trató de acercarse, incluso en sentido literal, al auditorio puesto que paseó entre los espectadores durante casi toda su intervención. La charla se basó en la proyección de una extensa muestra de sus “poemas visuales” y fotografías de sus “poemas objeto”, todos ellos sorprendentes. Aunque también ha escrito poesía discursiva, a la que estamos más acostumbrados en las aulas, su exposición pasó de largo por ella para comentar el abundante material que nos trajo de sus poemas experimentales.


     Terminó presentando “poemas acción”, como su particular homenaje a Miguel Hernández, en cuya grabación el propio creador pasea con una zanahoria colgando delante su cara, ante la mirada asombrada de los transeúntes, para acabar arrancando la hortaliza y comiéndosela: la expresión del “burro y la zanahoria” plasmada en la puesta en escena real con el fin de reivindicar la rebeldía de desenmascarar el engaño al que nos somete una sociedad basada en el consumo.

     Tal vez todo se quede en la recepción de su propuesta artística, como si fuera una más. Pero también es posible (y deseable) que unos cuantos jóvenes sigan la senda de Antonio Gómez y creen sus propios poemas visuales. Ya veremos...


A veces las palabras
nada significan.

Cada ausencia,
cada huella,
cada cicatriz,
son un poema.

A. GÓMEZ