Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe

17 de enero de 2014

William Blake


CANCIONES DE INOCENCIA de WILLIAM BLAKE

JUEVES SANTO


Era un Jueves Santo, sus caras inocentes lavadas,
Los niños caminaban de dos en dos, de rojo, azul y verde,
Los canosos bedeles caminaban delante, con varas blancas como la nieve.
Hasta dentro de la alta cúpula de St Paul fluyen como las aguas del Támesis.                                                                         

¡Oh! ¡Parecían una multitud, esas flores de la ciudad de Londres!
Sentados juntos con resplandor todo propio.
Había un zumbido de la multitud pero de la multitud de corderos,
Miles de pequeños niños y niñas levantaban sus inocentes manos.

Entonces como un fuerte viento levantan al cielo la voz de canción,
O como armónicos truenos entre las sedes del cielo.
Debajo de ellos se sientan los ancianos sabios guardianes de los pobres;                                                                                         
Tened pues piedad para no apartar un ángel de vuestra puerta.


CANCIONES DE EXPERIENCIA de WILLIAM BLAKE

JUEVES SANTO


¿Es algo santo que ver,
En una tierra rica y provechosa,
Criaturas reducidas a miseria,
Alimentadas por una mano fría e interesada?

¿Es ese trémulo llanto una canción?
¿Podría ser un canto de alegría?
¿Y tantos niños pobres?
¡Ésta es una tierra de pobreza!

Y su sol nunca brilla.
Y sus campos son lóbregos y están desnudos.
Y sus caminos cubiertos de espinas
Es eterno el invierno ahí.

Por donde quiera que el sol brille,
Y donde quiera que la lluvia caiga,
Ahí los niños nunca pueden tener hambre,
Ni la miseria espantar el ánimo.