Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe

3 de marzo de 2011

Callejón maldito

  Mi mejor amiga y yo fuimos a pasar la noche antes de un examen a repasar a casa de unas amigas, pero por el camino un número desconocido nos manda un mensaje al móvil  para darnos otra dirección y como nos quedaba cerca esa dirección fuimos. Al llegar, vimos a un chico alto, con pelo oscuro y cubierto con una misteriosa gabardina negra. Nos hizo una señal para que le siguiéramos e, intrigadas, le hicimos caso.

  Así nos condujo hacia un oscuro callejón en el que nos invadió un extraño frió  ya que esa noche no hacia ningún frió. Además se escuchaban gritos ahogados.¡Aunque allí solo estábamos nosotras y el extraño hombre!. De pronto, la cara del chico se transformó por completo. En posos segundos había pasado de ser una persona normal a un horripilante monstruo con enormes colmillos. Aunque queríamos movernos, nuestros cuerpos no nos obedecían, y vimos como iba acercándose a nosotras, lentamente.
Cuando faltaba un paso para poder tocarnos, nos dijo con una voz llegada del más allá y muy baja y pronuncio estas palabras:

   “Debéis sufrir, morir y vigilar este callejón maldito durante roda vuestra vida. A menos que, como yo, encontréis a otro mortal a quien pasarle el testigo” Nosotras intentamos salir pero no podíamos porque estábamos en el callejón atrapadas. Mi amiga lo despista y  logro escapar pero a mí me toco peor suerte ya que saco un hacha y me cortó la cabeza. Ahora soy yo  el monstruo que vigila el callejón y la cobarde de mi amiga no ha vuelto a pasar nunca más ¡cobarde! Queréis vosotros venir a visitarme.

2 comentarios:

  1. He encontrado este pequeño relato por Interntet y me ha parecido muy interesante colgarlo en nuestro blog. Irene

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  2. Está bastante bien, es de esos cuentos que lees, no les haces caso, crees haberlos olvidados, pero, cuando una noche tienes que pasar a solas por una calle dehabitada, vuelven a tu mente con todas sus palabras.

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