Edgar Allan Poe

Edgar Allan Poe
Edgar Allan Poe

24 de octubre de 2011

Edipo, el hijo de la Fortuna



Si no asististe a la representación de Yo Edipo, escribe una exposición sobre las ventajas e inconvenientes del poder según las opiniones expuestas por Creonte en su enfrentamiento con Edipo (para lo cual debes releer ese pasaje -pp. 29 a 37 en la versión M. Canseco- de Edipo Rey).



 

Contesta a las siguientes cuestiones para comparar la versión de la tragedia Edipo Rey de Sófocles, leída recientemente en clase, con la representación de la compañía ‘Induo Teatro’ Yo Edipo, vista en la Casa de la Cultura de Puebla de la Calzada el 22 de octubre de 2011 en el marco del “XXX Festival Nacional de Teatro Vegas Bajas”.

I. ¿Crees que reducir el número de personajes a dos dificulta que llegue al público el mensaje de la tragedia? ¿por qué?

II. Describe de modo objetivo, en dos líneas para cada uno, la caracterización de los personajes: aspecto físico, edad que representan, vestuario...
-Edipo:

-Yocasta:

III. En la tragedia clásica el coro era un personaje colectivo que comentaba y juzgaba lo que ocurría a los personajes. ¿Cómo se resolvió, en la representación que vimos, el coro?

IV. Si no aparecen ni el adivino Tiresias, ni el cuñado Creonte, ni el mensajero que anuncia la muerte de Pólibo de Corinto, ni el anciano pastor del difunto rey Layo ¿cómo se entera Edipo sin hablar con ellos de las palabras de todos esos personajes?

V. En Edipo Rey se da por sabido el enigma que el protagonista resolvió para vencer a la Esfinge, en cambio, en la versión actual lo repite dos veces. ¿Cuál es el enigma?

VI. El escenario del teatro antiguo era siempre, por la construcción del propio espacio escénico, un edificio con puertas que dan al interior de un palacio o una casa. ¿Qué aparecía en el escenario de Yo Edipo? ¿Crees que era un espacio interior de la casa, exterior como un balcón o una tribuna o era ambas cosas, interior y exterior a la vez? Justifica tu respuesta.

VII. Da detalles sobre los tres “efectos especiales” que marcan claramente que Edipo, por fin, ha averiguado la verdad y presagian el final y hacen sobresaltar a muchos espectadores: sonido, luz y cambio del color de las sábanas.

VIII. El rey Edipo ha maldecido y condenado al destierro al asesino de Layo, sea quien sea. Ahora sabe que él mismo ha matado a su padre y ha tenido hijos con su propia madre. Todo el mundo lo sabe. “La verdad desnuda, desnuda al personaje” ¿crees que es fácil entenderlo así? Justifica tu respuesta.

IX. El público antiguo no estaba acostumbrado a ver suicidios o mutilaciones sobre el escenario, estos actos siempre eran contados por un mensajero. Da detalles sobre dónde y cómo Edipo pierde la vista en la versión de Yo Edipo que hace ‘Induo Teatro’.

X. Otra diferencia esencial entre la versión que hemos visto representar y la de Sófocles es el final de Yocasta. ¿Qué hace Yocasta con un lienzo blanco al final de la obra? ¿Por qué sabe el espectador que la representación de Yo Edipo termina?

10 de octubre de 2011

El arte de amar, Ovidio

Ovidio: Arte de amar


“Los bienes ajenos nos parecen mayores que los propios; las espigas son siempre más fértiles en los sembrados que no nos pertenecen y el rebaño del vecino se multiplica con portentosa fecundidad. Ante todo haz por conocer a la criada de la joven que intentas seducir, para que te facilite el primer acceso, y averigua si obtiene la confianza de su señora y es la confidente de sus secretos placeres; inclínala en tu favor con las promesas y ablándala con los ruegos; como ella quiera, conseguirás fácilmente tus deseos. Que ella escoja el momento, los médicos suelen también aprovecharlo, en que el ánimo de su señora, libre de cuitas, esté mejor dispuesto a rendirse; el más favorable a tu pretensión será aquel en que todo le sonría y le parezca tan bello como la áurea mies en los fértiles campos. Si el pecho está alborozado y no lo oprime el dolor, tiende a dilatarse y Venus lo señorea hasta el fondo. Ilión, embargada de tristeza, pudo defenderse con las armas, y en un día festivo introdujo en su recinto el caballo repleto de soldados. Acomete la empresa así que la oigas quejarse de una rival, y esfuérzate en que no quede sin venganza la injuria. La criada que peina sus cabellos por la mañana, avive el resentimiento y ayude el impulso de tus velas con el remo, y dígale suspirando en tenue voz: " Por lo que veo, no podrás vengarte del agravio." Después hable de ti con las palabras más persuasivas y júrele que mueres de un amor que raya en locura; pero revélate decidido, no sea que el viento calme y caigan las velas. Como el cristal es frágil, así se calma pronto la cólera de la mujer. Me preguntas si es provechoso conquistar a la misma sirvienta; en tal caso te expones a graves contingencias; ésta, después que se entregue, te servirá más solícita; aquélla, menos celosa; la una te facilitará las entrevistas con su ama, la otra te reservará para sí. El bueno o mal suceso es muy eventual. Aun suponiendo que ella incite tu atrevimiento, mi consejo es que te abstengas de la aventura. No quiero extraviarme por precipicios y agudas rocas; ningún joven que oiga mis avisos se dejará sorprender; no obstante, si la criada que recibe y vuelve los billetes te cautiva por su gracia tanto como por los buenos servicios, apresura la posesión de la señora y siga la de la criada; mas no comiences nunca por la conquista de la última. Una cosa te aconsejo, si tienes confianza en mis lecciones y el viento no se lleva mis palabras y las hunde en el mar: o no intentes la empresa, o acábala del todo; así que ella tenga parte en el negocio, no se atreverá a delatarte. El pájaro no puede volar con las alas viscosas, el jabalí no acierta a romper las redes que le envuelven y el pez queda sujeto por el anzuelo que se le clava; pero si te propones seducirla, no te retires hasta salir vencedor. Entonces ella, culpable de la misma falta, no osará traicionarte, y por ella conocerás los dichos y hechos de la que pretendes. Sobre todo, gran discreción; si ocultas bien tu inteligencia con la criada, los pasos de tu dueño te serán perfectamente conocidos”.

[Arte de amar, Libro I]


¿Qué momentos son más propicios para la seducción de la mujer? ¿Por qué se compara esta fase del galanteo con la caída de Troya?

¿Es aconsejable, a juicio de Ovidio, seducir a la criada que sirve de intermediaria? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene?

En caso de que esta se muestre propicia a una relación, ¿qué es lo que, en cualquier caso, es preciso hacer?



“Iba a terminar, pero como son tan varios los temperamentos de la mujer, hay mil diversas maneras de dominarla. No todas las tierras producen los mismos frutos: la una conviene a las vides, la otra a los olivos, la de más allá a los cereales. Las disposiciones del ánimo varían tanto como los rasgos fisonómicos; el que sabe vivir se acomoda a la variedad de los caracteres, y como Proteo, ya se convierte en un arroyo, fugitivo, ya en un león, un árbol o un cerdoso jabalí. Unos peces se cogen con el dardo, otros con el anzuelo, y los más yacen cautivos en las redes que les tiende el pescador. No uses el mismo estilo con mujeres de diferentes edades: la cierva cargada de años ve desde lejos los lazos peligrosos. Si pareces muy avisado a las novicias y atrevido a las gazmoñas, unas y otras desconfiarán de ti, poniéndose a la defensiva. De ahí que la que teme entregarse a un mozo digno, venga tal vez a caer en los brazos de un pelafustán. He concluido una parte de mi trabajo, otra me queda por emprender: echemos aquí el áncora que sujete la nave..”

[Arte de amar, Libro I]


¿Quién fue Proteo? ¿Por qué es recordado al hablar de los distintos tipos de mujer?

¿Con qué se comparan las diversas personalidades femeninas? ¿Y las distintas artes de seducción?




“Avíate de modo que tu amiga te pida en cualquier ocasión aquello mismo que pensabas realizar, creyéndolo conveniente. Si has prometido la libertad a alguno de tus siervos, ordénale que vaya a interponer el favor de la señora de tus pensamientos, y si lo indultas de un castigo o lo libras de las cadenas, deba a su intercesión lo que estabas resuelto a disponer. El honor será de tu amiga, la utilidad tuya, y no perderás nada en que ella crea ejercer sobre ti un dominio absoluto. Si tienes verdadero empeño en conservar tus relaciones, persuádela que estás hechizado por su hermosura. ¿Se cubre con el manto de Tiro?; alabas la púrpura de Tiro, ¿Viste los finos tejidos de Cos?; afirma que las telas de Cos le sientan a maravilla. ¿Se adorna con franjas de oro?; asegúrale que sus formas tienen más precio que el rico metal. Si se defiende con el abrigo de paño recio, aplaude su determinación; si con una túnica ligera, dile que encienda tus deseos, y con tímida voz ruégale que se precava del frío. ¿Divide el peinado sus cabellos?; alégrente por lo bien dispuestos. ¿Los tuerce en rizos con el hierro?; pondera sus graciosos rizos. Admira sus brazos en la danza, su voz cuando cante, y así que termine, duélete de que haya acabado tan pronto. Admitido en su tálamo, podrás venerar lo que constituye tu dicha y expresar a voces las sensaciones que te embargan, y aunque sea más fiera que la espantosa Medusa, se convertirá en dulce y tierna para su amante. Ten exquisita cautela en que tus palabras no le parezcan fingidas y el semblante contradiga tus razones; aprovecha ocultar el artificio, que una vez descubierto llena de rubor, y con justicia destruye por siempre la confianza”.

[Arte de amar, Libro II]


Aclara brevemente las referencias geográficas (Tiro, Cos) y mitológicas (Medusa) utilizadas en el texto. 

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8 de octubre de 2011

La belleza de la oscuridad


Lorena Candeias Redondo

Escribí esto no hace mucho, y ya lo tengo publicado en mi blog, pero creo que éste es un buen sitio para que también esté publicado ^^

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La noche en que cerré mi trato con la luna todo se encontraba invadido por el más absoluto silencio. Ella brillaba en la oscuridad del cielo estrellado. Y la niebla se arremolinaba a su alrededor, una niebla fría que debía esfumarse cuanto antes.
Me lo mostraría. Aquello que había ocultado millones de años a todas las criaturas de la noche, yo lo vería. Expectante, esperaba con impaciencia el momento en que girase por completo su cuerpo celeste.
Hasta que, tímidamente, comenzó su rotación. Me puse en pie y alcé la cabeza, posando la mirada en su profunda belleza. Poco a poco me mostraba su secreto. Su luz se hacía cada vez más tenue, dando paso a las tinieblas. Y mientras ocultaba su rostro tras la sombra de la noche, pude observar en él una sonrisa cruel.
Era terriblemente bella. Y cuanto más la contemplaba, más me asustaba su espeluznante delicadeza. Mis más oscuros pensamientos invadían ahora mi mente. Había entregado mi alma a un sin fin de pesadillas que nublaban poco a poco mi vista. Sentía cómo cientos de cadenas me aprisionaban y me arrastraban junto a ella. Ya nada podía salvarme.
Ella me mostraría su secreto. Y noche tras noche yo la acompañaría en su lóbrega travesía.
Ésa era la cara oculta de la Luna.

4 de octubre de 2011

Preguntas sobre el canto IX de la Odisea



LA ODISEA

ULISES Y POLIFEMO (CANTO IX)


Ulises y sus hombres llegan a una isla próxima a la de los cíclopes en la que cazan cabras monteses. ¿Por qué, se dice, los cíclopes no han llegado hasta ella a pesar de su feracidad y su riqueza en caza?


Los hombres de Ulises divisan desde la playa el lugar en que habita Polifemo. ¿Cómo es?

¿Qué decide llevar Ulises como presente?

¿Qué primera falsedad cuenta al gigante?

¿Cómo reacciona el cíclope ante la invocación a las leyes sagradas de hospitalidad que hace Ulises?

¿Por qué rechaza Ulises la idea de matar al gigante con su espada mientras este duerme?

Ulises también le miente al decirle su nombre. ¿Qué consecuencias tendrá, más adelante, esta falsedad?

¿A qué estratagema recurre el héroe la noche siguiente?

¿Cómo consiguen salir de la cueva?

¿Qué recuerda el cíclope cuando el protagonista le dice su verdadero nombre?

¿Por qué Polifemo pide ayuda al dios Poseidón?
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