Más allá de Poe: Figuras literarias

27 de noviembre de 2012

Figuras literarias

Un enlace interesante para repasar las figuras literarias. Puede servir de ayuda en el comentario de texto.
Se quedará a la derecha de modo permanente con la intención de que lo visitéis periódicamente.

Figuras literarias

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenidos

Este es el blog elaborado por los alumnos de Literatura Universal del I.E.S. Enrique Diez Canedo de Puebla de la Calzada. En él pretendemos dar cabida a cuantas expresiones artísticas vayan surgiendo en nuestra clase y fuera de ella. Y si tienen algo que ver con el terror, mejor aún. Mientras llegamos a la lectura de la obra Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe, decisivo para nuestros compañeros del curso pasado a la hora de iniciar este blog, disfrutamos de otros textos. ¿Y si este fuera, para nosotros, el año de más lectura?

Comenzamos con Franz Kafka y La Metamorfosis

El siguiente texto pertenece al artículo "Maneras de morir" publicado por Eugenio Fuentes en su último libro Tierras de Fuentes.

El 3 de junio de 1924 murió Franz Kafka en un pequeño sanatorio para tuberculosos cerca de Viena, hasta donde había llegado arrastrándose desde Berlín en un estado miserable de privaciones, sufrimientos y empeoramiento de salud. Tenía cuarenta años. Desde hacía unos meses era un enfermo terminal para quien la medicina de aquel momento no ofrecía ninguna solución. Sus últimas palabras fueron escritas en una tarjeta, porque ya no podía hablar, y no estaban dirigidas ni al padre a quien le había escrito cinco años atrás la carta más desoladora de toda la literatura ni a la mujer que entonces lo amaba y lo cuidaba, Dora Diamant. La frase estaba dirigida al médico que lo atendía, su amigo Robert Klopstock. Decía: Máteme usted; si no, será usted un asesino.
Son palabras estremecedoras, porque Kafka estaba pidiendo sin ambages la eutanasia. Su petición debió de crearle un dilema moral a Robert Klopstock: atender el ruego de su amigo agonizante o cumplir con el juramento hipocrático de salvar y proteger la vida de sus semejantes. Ignoro qué decisión tomó, pero la sospecho. Kafka murió ese mismo día, unas horas después.

Con autorización expresa del autor